El último vals





Ella era tan feliz cuando él la miraba.

Un brillo en sus ojos se desataba.

Aquella noche ella lucía espléndida, incluso él se dio cuenta de aquello.

Cuando ella bajó las escaleras él supo que no volvería a verla.

Su sonrisa hizo eco en toda la sala. Todas las miradas se volvieron a verla.

Su mano se deslizó por la barandilla de la escalera, sus ojos fijos en la mirada de su amado.

Aquella noche era mágica, hasta la melodía que los envolvía lo desvelaba.

Cuando ella llegó a la altura de su amado, él la tomó por la cintura y entrelazó su mano izquierda a la de ella.

Sí, aquel era el último vals.

Sus miradas se encontraron, y ambos se regalaron una sonrisa, una última sonrisa.

Bailaron lento al son de la música. Luego ella juntó su mejilla a la de él.

-Estás preciosa esta noche –le susurró al oído con melancolía. Era consciente de que no sería él quien disfrutara de su belleza en los próximos años.

-Alexi… -pretendía decirle lo mucho que lo amaba, siempre le habían faltado las fuerzas y aquella noche se veía capacitada para hacerlo.

-Shh –siseó él. –No lo hagas, dejémoslo así… -su mano se aferró con más fuerza a su cintura, no quería perderla.

La música cesó y ella se separó de él, regalándole otra maravillosa sonrisa, nostálgica.

Se dio la vuelta y subió despacio por las escaleras. Otra pieza lenta empezó a sonar. Él se quedó parado en medio de las parejas, que bailaban juntas, sin dejar de mirar como ella se marchaba.

A mitad de la escalera ella se volvió para mirarlo por última vez.

Sus miradas se encontraron.

-Te amo –dijo ella sin voz, sólo moviendo los labios.

Él recogió la confesión y la guardó en su corazón. Sonrió con tristeza. Ella siguió subiendo.

Sin duda estaba especialmente hermosa aquella noche.

Él también la amaba. Lo supo verdaderamente cuando el cuerpo de Cristal cayó inerte, con sutileza, por las escaleras.

Tenía encanto incluso a la hora de morir.

La sala se revolucionó, todos acudieron al cuerpo sin vida de la joven.

Él permaneció inmóvil. Amándola.

Se llevaba su corazón y su vida.

-Yo también te amo… -susurró él.

El último vals… él lo sabía. Había venido a por ella. Por eso brillaba de aquella forma tan especial.

Ella también supo en el último momento que había amado a la muerte.

Alexi abandonó la sala con la vida y el corazón de Cristal.


domingo, 2 de mayo de 2010 en 6:29

5 Comments to "El último vals"

Es un texto que me ha llegado, no sólo por la belleza que encierra esa peculiar historia de amor, sino también por lo que me gustan a mí los vals =)

En definitiva, precioso ^^

Muy bueno el texto... pero creo que deberías cambiar el tipo de letra ya que, a mi modo de ver, se hace un poco pesada la lectura... Sigue así.

Sonia, precioso! me encanta todo lo que escribes ^^

Cambia la letra, no se entiende, xDDDDDDD.

Muchas gracias a todos ^^

PD:letra cambiada ¬¬ xD

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